CÁNCER GÁSTRICO
CÁNCER GÁSTRICO
El cáncer gástrico puede aparecer en cualquiera de las capas que forman parte de la pared del estómago. Se trata de unos de los cánceres del tubo digestivo más frecuentes, siendo una enfermedad fatal en muchas ocasiones si no se trata a tiempo. Pueden presentarse como una masa o úlcera que profundiza en las distintas capas del estómago -cáncer localizado- hasta alcanzar un tamaño determinado antes de invadir -metástasis o cáncer avanzado- otros órganos.
CEA Navarra responde tus preguntas
¿Qué tipos de cánceres gástricos existen?
Existen varios tipos de cáncer gástrico -adenocarcinoma, linfomas, carcinoides o tumores estromales-. Si bien los cánceres más frecuentes son el adenocarcinoma de tipo intestinal y el cáncer gástrico difuso o indiferenciado. De los dos, el adenocarcinoma de tipo intestinal es el más frecuente, aparece en la mucosa del estómago y se suele asociar a infección por Helicobacer Pylori. Por el contrario, el cáncer difuso o indiferenciado es más agresivo, aparece en las capas más profundas del estómago y a edades más tempranas, siendo su pronóstico al diagnóstico peor que el de tipo intestinal.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de gástrico?
- Asintomático o ausencia de síntomas en fases iniciales.
- Pérdida de peso no voluntaria.
- Dolor abdominal inespecífico.
- Náuseas y vómitos.
- Plenitud precoz al comer.
- Distensión abdominal.
- Pesadez postprandial.
- Anemia.
- Hemorragia.
¿Cuál es el pronóstico del cáncer gástrico?
El pronóstico de los tumores de estómago depende de muchos factores, siendo los más importantes el diagnóstico precoz del mismo y el estado del paciente. Dado que los síntomas aparecen cuando la enfermedad está avanzada, el pronóstico suele ser malo en la mayoría de casos.
¿Qué factores incrementan el riesgo de padecer un cáncer gástrico?
Como la mayoría de los cánceres, existen múltiples factores que pueden contribuir a su desarrollo, siendo lo factores más conocidos:
- Sexo o ser hombre.
- Edad o tener más de 60 años -más jóvenes hace sospechar componente hereditario-.
- Lesiones premalignas como gastritis atrófica, metaplasia o displasia.
- Helicobacter Pylori presente o no erradicado.
- Familiares con cáncer gástrico.
- Hereditario como la poliposis adenomatosa familiar -PAF-, Síndrome de Lynch, síndrome de Peutz-Jeghers o la mutación de BRCA1 y 2 entre otros.
¿Cómo se diagnostica el cáncer gástrico?
El diagnóstico del cáncer de estómago se realiza mediante la realización de una gastroscopia que permite localizar la ubicación del cáncer, visualizar su extensión y obtener muestras para confirmar el diagnóstico mediante una biopsia.
Tengo cáncer, ¿y ahora qué hago?
Una vez confirmado el diagnóstico, hay que estudiar la extensión de la enfermedad con el fin de valorar el tratamiento más oportuno. Hablamos de enfermedad localizada cuando el cáncer se encuentra dentro de los límites del estómago y enfermedad avanzada cuando sobrepasa los límites de éste, se localiza en otros órganos -metástasis- o infiltra órganos vecinos -grandes vasos, páncreas, colon-. Algunas de las pruebas más habituales utilizadas para completar el estudio son el TAC toraco-abdomino-pélvico, PET, ecoendoscopia y laparoscopia diagnóstica.
¿Cómo se trata el cáncer gástrico?
El tratamiento viene condicionado por el estadio, el tipo tumoral, el estado funcional del paciente, así como los posibles efectos secundarios a la hora de decidir cuál es el mejor plan de tratamiento. Existen diferentes tratamientos -endoscopia, cirugía, quimioterapia, radioterapia o terapias biológicas- siendo el orden y la elección individualizado y adaptado a cada paciente.
¿Se puede prevenir el cáncer gástrico?
Sí. En pacientes con riesgo de padecer un cáncer gástrico, el cribado con gastroscopias seriadas puede detectar lesiones cancerígenas en situaciones precoces y, en algunas ocasiones, puede tratarlas y curarlas sin necesidad de cirugía, siempre que el cáncer se encuentra localizado y en fases iniciales y se confirme histológicamente.
¿Quién se puede beneficiar del cribado?
El cribado está indicado en aquellos pacientes con riesgo incrementado de padecer un cáncer de estómago. Dependiendo del riesgo, variará el tiempo de seguimiento entre una gastroscopia y la gastroscopia siguiente.