ESOFAGITIS
ESOFAGITIS
El esófago, junto al estómago y el duodeno, forma parte del tracto digestivo superior. Tiene forma de tubo y está recubierto por una capa muscular que permite el paso de la comida ingerida desde la boca hasta el estómago. En la entrada del estómago se encuentra una válvula –cardias- que tiene como función principal evitar el retorno del contenido del estómago al esófago. Sin embargo, algo de contenido gástrico pasa al esófago de forma fisiológica. Se considera esofagitis a la aparición de síntomas esofágicos, así como a la presencia de inflamación de la mucosa que recubre el interior del esófago.
CEA Navarra responde tus preguntas
¿Qué síntomas produce la esofagitis?
- Pirosis o sensación de quemazón o ardor que asciende desde la boca del estómago al pecho e incluso hasta la garganta.
- Regurgitación o trozos de comida digeridos que ascienden hasta la boca sin esfuerzo y con un sabor ácido.
- Odinofagia o dolor de garganta o de pecho con la ingesta de alimentos.
- Disfagia o dificultad para tragar alimentos, tanto sólidos como líquidos.
- Tos síntoma raro y poco frecuente que también puede aparecer.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de la esofagitis?
- Péptica o inflamación del esófago por el ascenso del ácido gástrico y bilis al esófago, con o sin daño de la mucosa esofágica.
- Eosinofílica o inflamación del esófago relacionada con la ingesta de algunos alimentos -leche, cereales, gluten- o alergenos.
- Vírica relacionada frecuentemente con la bajada de las defensas -sistema inmune- o con la ingesta de fármacos que disminuyen las mismas.
- Cáustica o por ingesta accidental o voluntaria de agentes corrosivos -lejía, productos de limpieza…-.
- Medicamentosa.
¿Qué ocurre si no se trata la esofagitis?
Generalmente los síntomas se hacen cada vez más intensos debido a que la pared del esófago es cada vez más rígida y su calibre más estrecho, pudiendo provocar la retención –impactación– de los alimentos o la imposibilidad de comer por que se cierra completamente el esófago –estenosis-. También puede favorecer el desarrollo de un esófago de Barrett – lesión premaligna asociada al reflujo ácido – o de un cáncer de esófago sobre un esófago de Barrett.
¿Debo preocuparme si tengo una esofagitis?
No. La mayoría de las veces es una patología benigna que se diagnostica sólo con la sintomatología que refiere el paciente. La presencia de síntomas típicos, en ausencia de síntomas de alarma como disfagia, odinofagia, sangrado o pérdida de peso involuntaria son suficientes para comenzar un tratamiento sin necesidad de realizar otras exploraciones.
¿Cuándo debo preocuparme y buscar ayuda?
- Pacientes mayores de 50 años con aparición brusca de los síntomas.
- Esofagitis por reflujo o por cáusticos de larga evolución.
- Síntomas de alarma como disfagia, odinofagia, sangrado, pérdida de peso involuntaria.
¿Qué exploraciones se pueden realizar?
- Gastroscopia bajo sedación. Permite visualizar el interior del esófago, tomar muestras –biopsias- si se precisa y tratar ciertas lesiones.
- Ph-metría: permite medir el reflujo ácido presente en el esófago -duración del contenido ácido en el interior del esófago, medir ph y correlacionar la presencia de contenido ácido en el esófago con los síntomas que el paciente refiere-.
- Manometría: permite medir las presiones en el interior del esófago y valorar el peristaltismo esofágico.
¿Cuál es el mejor tratamiento para la esofagitis?
- Esofagitis péptica con fármacos que inhiben la producción de ácido -omeprazol o similares- reservándose la cirugía para aquellos pacientes en los que los síntomas no mejoran a pesar del tratamiento farmacológico.
- Esofagitis eosinofílica eliminación de los alimentos que producen la reacción si se conocen, la toma de corticoides tópicos -fluticasona o budesonida- e incluso los inhibidores de ácido como el omeprazol.
- Esofagitis vírica tratamientos antivirales y tratar la causa responsable de la bajada de las defensas -sistema inmune- del paciente.
- Cáustica vigilancia estrecha y tratamiento precoz de las complicaciones -estenosis, cáncer- mediante tratamiento endoscópico o cirugía.
- Medicamentosa eliminación de los fármacos lesivos y sustituirlos por otros menos dañinos.
¿Es necesario realizarse una gastroscopia?
Sí. Especialmente en todos los pacientes que cumplen criterios de alarma o en pacientes que no mejoran a pesar de tratamiento farmacológico correcto.
¿Es necesario gastroscopias de control?
Sí. Especialmente en pacientes con esófago de Barrett, esofagitis cáustica y esofagitis eosinofílica sintomática.